La historia que podrás leer a continuación le sucedió a una joven llamada María, de 24 años de la ciudad de Guadalajara en México. En las mañanas trabajaba en una cafetería y al salir acudía a la universidad, prácticamente tenía el tiempo medido.
Una mañana se levantó temprano como siempre, luego de bañarse, comenzó su rutina de belleza, maquillaje, delineo sus ojos, pero se dio cuenta que su rímel se había acabado, por lo que buscó y buscó por todos lados hasta que de pronto buscando en la habitación de su madre vio un rímel que parecía tener mucho tiempo guardado. se lo colocó y se marchó al trabajo rápidamente.
Mientras trabajaba, sintió molestias en el ojo, pero sólo se le estrujo y siguió trabajando, algunos compañeros le dijeron que tenía el ojo muy rojo y tomara un descanso. Pero era hora de ir a clases y se fue como de costumbre a la universidad.
En clases el ojo le empezó a arder se le dio permiso para ir a su casa, en la universidad se lavó la cara, se retiró el maquillaje, la picazón y el dolor empezaron a disminuir, se fue a casa, y se acostó de inmediatamente sin decir nada a su madre o hermana, cuando despertó sus ojos estaban completamente rojos por lo que fue a la farmacia y pidió unas gotas para los ojos, no quiso ir a la clínica por el trabajo y la universidad, y fue aplicando las gotas para disminuir el dolor.
Más tarde tuvo un desmayo en el trabajo, cuando se despertó, tenía un pequeño grano en su ojo derecho, sus compañeros insistían en llevarla al médico pero ella no quiso, su madre y hermana lo notaron e intentaron llevarla al hospital pero tampoco quiso, al pasar los días el tamaño del granito empezó aumentar. Y su visión era completamente nublada, por lo que se dio por vencida y pidió que la llevaran al hospital.
El diagnostico fue terrible, lo que empezó como un simple ardor, termino siento un queratoacantoma conjutivital, especie de tumor que crece rápido, el cual se originó por una bacteria que se encontraba en el rímel caducado que María encontró en la habitación de su madre.
María deberá someterse a un largo tratamiento para no perder por completo la visión de su ojo derecho ya que ha perdido el 40% de la visión del ojo afectado. Los productos de gamma baja son económicos, caducan rápido y pueden traer consecuencias mayores.
Alrededor del 85% de las mujeres aceptó desconocer la fecha de caducidad de los productos de belleza que usan a diario.
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