Esta fruta podría acabar con el 98% de células cancerígenas y frenar la diabétes





El jugo de la planta a un 5% de concentración mostró un potencial increíble de combate frente al crecimiento de cuatro tipos de cánceres pancreáticos que han sido estudiados, dos se redujeron en un 90%, y los otros dos en un increíble 98% , y solo en 72 horas de tratamiento...



Este texo es traducido y adaptado del artículo del Dr. Frank Shallenberger fundador y director del Centro de medicina complementaria de Nevada. Ha práctica la medicina por 42 años.

Siempre me he planteado la búsqueda de alguna pieza clave en el metabolismo peculiar de las llamadas células cancerosas, hemos estudiado que las sustancias de este vegetal elimina las células enfermas y deja intactas las células sanas. He hablado anteriormente sobre mis descubrimientos sobre el té verde, Seanol, Resveratol, entre otros. Pero este vegetal es tan eficaz como la quimioterapia, incluyendo acta efectividad en el cáncer pancreático uno de lo más difíciles de combatir.






La planta es un vegetal muy común en Asia y se le conoce por el nombre de ''Melón amargo'' popular en la región de Okinawa, Japón. (Momordica charantia) puede ser conocido como Melón-de-are-caetano en Brasil.


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La dosis utilizada fue de seis gramos de polvo de melón amargo para un adulto de tamaño medio y 75 kg. Los grandes laboratorios y empresas farmacéuticas intentan encontrar a través del uso de petroquímicos (Fármacos elaborados con derivados de petroleo) patentables efectos similares a los de este vegetal.
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Según han descubierto los investigadores el síndrome metabólico es mitigado por los beneficios en el metabolismo glicólico. Una gran noticia porque no se destruye el cáncer mediante un solo metodo pero creo que debe ser multifocal, en otras palabras, fortalecer nuestro sistema inmunológico, desintoxicar, eliminar las bacterias dentales y materiales tóxicos de los dientes, alcanilizantes al cuerpo, y proporcionar nutrientes específicos de manera particular del metabolismo del cáncer.






Fuente: Secondopinionnewsletter por Dr. Shallenberger