Soy un abogado de divorcios, hace 10 años una mujer entró a mi oficina, se llamaba Barbara, estaba golpeada y me contó su historia, desde ahí mi carrera, ni mi vida han sido las mismas.
Se veía muy joven pensé que tenía 21 años pero en realidad tenía 32 y 4 niños entre los 3 y los 9 años. La mujer recibió abusos físico, verbal y sexual que hicieron que me doliera el estomago.
Me insistió que toda la culpa no era de su esposo, pues es permanecido a su lado después de todo por opción pero ya he decidido romper este ciclo. Me preguntó si yo creía en el perdón, lo pensé un rato y dije que si, me dijo que lo que va vuelve y si hacemos lo indicado, lo bueno volverá a ellos. No puedo seguir con esta rabia hacia el padre de mis hijos, porque al final ellos saldrán quemados. Pero debo liberar esta rabia y necesito un gran favor de usted.
Solo quiero que este divorcio no sea amargo, no quiero que toda la culpa se le cargue a él. Quiero que usted y yo hagamos lo correcto junto con el perdón. No tuve más que aceptar las condiciones de Barbara aunque yo hubiese preferido otra cosa como abogado pero como humano era lo correcto.
Pero bueno el Esposo tomó el camino difícil durante los 10 próximos años hubo varios periodos de no pago en la manutención de sus hijos e insultos vías teléfono. Hubo ocasiones en que pudo mandarlo al calabozo sin ningún problema pero no lo hizo no me lo pidió, luego de la ultima corte, me dijo gracias por cumplir su promesa. Y disculpe por apegarlo a mis creencias, hasta luego.
Barbara encontró el amor de su vida, y aunque sus problemas legales estaban totalmente resueltos, siempre me alegraba recibir sus postales navideñas para ver como estaba la familia y eso. Un día recibí una llamada de ella diciendo que necesitaba mostrarme algo. Pensé hasta cuando su ex-esposo seguirá con esa actitud.
Llegó a mi oficina y aun se escuchaban los silbidos de los hombres que estaban enloquecidos con ella, estaba muy tranquila completamente serena y mucha confianza no era la misma de hace 10 años.
Me pasó una foto de su hijo mayor John en el ultimo año de secundaria en la foto lo acompañaba su padre con una mirada y gestos fríos y al otro lado Barbara y su hijo feliz mirándola. John se había graduado de una escuela muy prestigiosa y cara según me decían las cartas de Barbara.
Esa foto fue después de anotar el touchdown ganador. Recuerdo haberlo visto en TV su equipo quedó numero 1 en Estados Unidos no?, Barbara sonrió afirmado con la cabeza. Me dijo mira detrás de la foto.
Decía: Gracias Mamá, fuiste la mejor madre y padre que alguien podría tener, sé que papá trabajo fuerte para hacer nuestra vida miserables pero cuando se negó a pagar la manutención tu trabajaste horas extras para pagar nuestros estudios.
Pero lo mejor que hiciste fue nunca hablarnos mal ni a mi ni a mis hermanos de nuestro padre.
Con todo el amor del mundo te agradezco no habernos criado en un hogar donde el otro padre era el malo. Como le sucedió a algunos de mis amigos. Los quiero a ambos y se que papá es un idiota pero sé que si dijera que no lo amo probablemente me darías una bofetada (jaja).
Gracias mamá, te amo.
John.
Me sonrió y supimos que todo lo que hicimos había valido la pena.
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