Querida madre,
Si hubiera justicia real en este mundo, estarías siendo ejecutada aquí conmigo, Tu eres tan culpable como ya para ese entonces me encuentre ejecutado.
Recuerdas querida madre...
¿Cuando llevé a casa aquella bicicleta, que le quité a otro niño? imaginó que sí recuerdas, pues tu me ayudaste a esconderla.
Recuerdas querida madre...
¿Cuando llegue a casa con un montón de plata, del dinero que robé de la vecina? fuiste conmigo a gastarlo al centro comercial, y lo gastamos juntos.
Recuerdas querida madre...
¿Cuando echaste a Papá de la casa? Él sólo intentó corregirme, por haberme robado el examen final en la escuela, y por eso me expulsaron.
Recuerdas querida madre...
¿Cuando encontraste las drogas en mi cuarto? La dejaste allí y no me dijiste nada...
Yo sólo era un niño, luego un adolescente, y ahora un difunto hombre, que fue mal formado.
Yo sólo necesitaba corrección, y no consentimiento. Te perdono madre, pero comparte esta reflexión con todos los padres del mundo, deja de sentirte culpable aunque lo seas.
Gracias mamá por darme la vida, y gracias también por ayudarme a perderla.
Firma, Tú hijo que en paz descanse.
Si quieres contribuir a la sociedad anímate y comparte esta reflexión con tus seres queridos y familiares.