Encuentran un vínculo inesperado entre la evolución y la religión





Dominic Johnson, un experto en biología evolutiva, y relaciones internacionales de la Universidad de Oxford, en un libro que ha publicado llamado God is Watching You, (Dios está mirandoles), ha hecho una confesión increíble a partir de años de estudios.

Pues en estos años sus estudios determinaron que la sensación de sentirse observado por un ser omnipotente, pudo haber provocado que nuestros antepasados se comportaran de manera menos egoísta, Pues Dominic Johnson comprobó que la creencia en los castigos divinos, contribuyó a potenciar la cooperación entre los seres humanos, uno de los rasgos clave sobre los que se sustenta el éxito evolutivo de la especie humana.







Esta sería una de las razones porque el castigo se convirtió en la fuerza más importante de las religiones, por encima del amor y el altruismo, que también promueven las grandes religiones, esto se debe a los vínculos que establece nuestro cerebro.

Los eventos negativos tienen un impacto más potente en nuestro cerebro, que los positivos, un evento negativo es capaz de cambiar tu pensamiento y comportamiento de forma drástica.

Cuando hacemos algo malo, incluso en soledad, resulta incomodo o difícil sacar esa sensación de que nos están observando y sabemos que están siendo desaprobadas por alguien superior. concluyó el Profesor Dominic Johnson.

La pregunta sería: ¿Estamos programados para creer en Dios?
Pues lo cierto es que el temor a Dios, jugó un papel importante en el desarrollo evolutivo de los seres humanos .

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